Un día normal en la vida de cualquiera implica despertarse temprano, asearse, salir a trabajar y aquí me detengo. En ese preciso momento en el que atravesamos la puerta de la casa comienza el contacto social que tanto nos enriquece: saludamos al vecino en el ascensor, al parquero en el estacionamiento o al personal de seguridad que nos da la bienvenida en la oficina…
También pasamos horas con los compañeros de trabajo. Personas con las que, en muchas ocasiones, compartimos más que con nuestra propia familia. Tu jefe, tu par, tus subordinados… se convierten en tus amigos y confidentes, hasta que culmina la jornada para dar paso a otras actividades deportivas o de esparcimiento, que también implican relaciones humanas.
De regreso a casa, nos paramos a hacer algunas compras, saludamos al señor de la bodega o nuevamente nos encontramos a otro vecino. Así transcurren los días de cotidianidad, en los que, sin darnos cuenta -al menos hasta ahora en cuarentena- hacemos múltiples contactos sociales, que nos nutren y nos permiten desarrollar conductas necesarias para relacionarnos de forma sana con el resto de las personas.
Desde hace unas semanas, esta simple rutina se ha visto quebrantada por una pandemia. El Covid-19 vino no solo a enfermar físicamente a miles de personas alrededor del mundo, sino a atentar en algunos casos con la estabilidad emocional de muchos que, en medio del confinamiento, comienzan a sentir los estragos de la distancia social.
Sin embargo, ha sido un tiempo perfecto para reflexionar. ¿Qué sería de nosotros en estos tiempos sin la tecnología con la que hoy contamos? Los aparatos electrónicos, las redes sociales o la conectividad han sido la receta perfecta contra el estrés y el malestar que puede producir la cuarentena.
Hoy, aplicaciones como Microsoft Teams, Zoom o Whatsapp se han convertido en los aliados perfectos para enfrentar la soledad y reducir las distancias a una pantalla.
La modalidad de teletrabajo adoptada por múltiples organizaciones alrededor del mundo ha hecho de Microsoft Teams supere los 44 millones de usuarios activos al día en las últimas semanas, una cifra que cobra sentido si la comparamos con los 20 millones de usuarios que reportaron en todo 2019.
La aplicación Zoom, por su parte, utilizada para videoconferencias entre amigos, familiares, compañeros de trabajo o profesores y alumnos, batió un récord de descargas de 343.000 veces en todo el mundo durante un día, en comparación con las 90.000 veces que reportaban hace dos meses, según Forbes. Además, esta plataforma puso a disposición de varias escuelas su servicio de forma gratuita.
Whatsapp también registra un pico de uso en la actual situación. Mark Zuckerberg, CEO de la compañía, explica que hasta el momento la mensajería se ha incrementado en 50% y, en países más afectados por el Coronavirus como Italia o España, el crecimiento llega hasta 70%.
Es así como la pandemia llega en una era tecnológica a distanciarnos físicamente, pero a acercarnos en el plano digital. Estamos solos, pero estamos conectados.
Autor: Grecia Toukoumidis, Telefónica.